Recuperar el espíritu infantil –más bien adolescente– es lo que quieren hacer estos amigos de Stephen Pedersen (The White Octave) y Conor Oberst (Bright Eyes) en su debut discográfico. Y lo consiguen con solamente diez canciones frescas y espontáneas dotadas de ese aire lo-fi que engrandece su ímpetu y un torrente de imaginación del cual podrían aprender muchos grupos: y es que podemos esperar toda clase de sorpresas de un disco que empieza con unos pasos de claqué a modo de percusión y lleva por título “Fell Down The Stairs” (¿un posible guiño a la caída en el pozo de la Alicia de Lewis Carroll?).
Las canciones nos cuentan historias a menudo sorprendentes como la de los muertos vivientes que celebran una fiesta high school y gritan contra Dios (“Nights Of The Living Dead») o el canto a la vida y la juventud que dirigen a una tal Darci en “You And I Misbehaving”. La instrumentación –sencilla y efectiva– entra simpáticamente a la primera escucha y algunas veces puede aumentar la sensación de extrañeza y atemporalidad de una propuesta sumamente original y recomendable (valgan como ejemplo el glockenspiel de “Reckless” o el cello en “Let It Rain”).
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