Con la imagen cada vez más deteriorada (thank you, Woody Allen), Barcelona puede presumir aún de formar parte del grito orgulloso del último colectivo musical indie –procedente de Jonkoping, Suecia–, que para su segundo largo ha cambiado sus dardos eufóricos e instantáneos por un sonido más denso, cohesionado y con un punto de cripticismo que los aleja del gancho directo de “Treehouse”, “Collection Of Stamps” o “We´re From Barcelona”.
“Let Me Introduce My Friends” (EMI, 2006) convertía cada detalle musical en un hit selecto y optimista; en “Who Killed Harry Houdini?” se necesitan un par o tres de escuchas para superar el magma sonoro, aparentemente menos espectacular que en su primera colección de canciones. Solo entonces somos capaces de dejarnos llevar por los coros masivos de “Andy” o “Paper Planes”, la tranquilidad sana de “Gunhild”, el preciosismo con un toque preescolar de “Little Ghost” o la arquitectura básica de “Mingus”. Igual que el ilusionista Harry Houdini, I´m From Barcelona consiguen que los altibajos de su segundo disco acaben disimulados por un sinfín de pequeños momentos y detalles que los confirman como una de las apuestas más optimistas y revitalizantes del panorama indie actual.
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