What's Wrong With New York?
DiscosThe Dare

What's Wrong With New York?

8 / 10
Eva Sebastián — 09-09-2024
Empresa — Republic Records / UMG Recordings
Fotografía — Archivo

Se acabó el Brat Summer, pero la energía petarda solo acaba de empezar. Después de años en que la tónica de la música fuera de la radiofórmula se encontraba en la exploración emocional, y la sinceridad más vulnerable, estamos aburridos. Fuera el clean look. Dentro lo desaliñado. Fuera la angustia de “Normal People”, dentro el equipo de sonido de “Project X”.

Dejando atrás su proyecto Turtlenecked, Harrison Patrick Smith ha cogido un traje, unas Ray-Ban, y el rider de 2010 de LCD Soundsystem y ha dado vida a The Dare. Su single “Girls” ya enloqueció en 2022 al subsuelo neoyorquino, y llamó la atención de gente como Charli XCX, con quien colabora en su último disco, o de los gremlins online Frost Children. Sembró ganas y recogió euforia. Y ahora, su debut “What’s Wrong With New York?” hará enloquecer por completo a una nueva generación de club-rats digitales dispuestos a bailar al ritmo del renacer del electro-clash, del dance rock, de la new rave.

Diez temas, y un sonido absolutamente adictivo. Es imposible no compararlo con lo que en su día fue LCD Soundsystem, y toda la sonoridad neoyorquina post 11S. Sin ir más lejos, evidencia la conexión nombrando “Movement” a uno de sus temas, como en su día lo hizo James Murphy. Recupera además las guitarras dance rock y la energía frenética de Ed Banger. Una fiesta por derecho, que no inventa nada, pero lo ejecuta casi a la perfección. Aunque los mejores temas ya estaban fuera, hay que destacar la neo-marcha de “You’re Invited”, con coros que pueden recordar a Klaxons, o “All Night”, con unos sintetizadores que hubieran sido reyes de Myspace. Incluso “I Destroyed Disco”, una clara alusión al “I Created Disco” del primer Calvin Harris.

Quizás lo más genuino del álbum es conseguir ser un guarro cretino de cara. Nada de Pauls Mescals. Una respuesta al creciente puritanismo entre los jóvenes, ser un macaco sin maldad. No te la puede colar porque las cartas ya están sobre la mesa. Adora a todas las chicas, está salido, no lo niega, es casi patético. Y ese patetismo lo reafirma, engancha. Es el arquetipo que solo puede triunfar en una fiesta así, y lo logra con creces. Aún así, el disco acaba por desinflarse. La balada synth pop in crescendo “Elevation” parece no acaba de despegar. Y el cierre con “You Can Never Come Home” podría ser un himno generacional que queda a medias.

Me niego a decir que estamos ante un renacimiento del indie sleaze. ¿Sonoro? Quizás. Pero es imposible volver a su energía violentamente caótica y desaliñada en un momento en que la autopercepción, y la creación al milímetro de una imagen online por repetición, impide que te dejes llevar lo suficiente como para sentir ese genuino “Oh no, ¿eso soy yo?” al ver las fotos de la noche anterior. Pero lo que sí que es cierto, es que por primera vez en mucho tiempo un disco te lanza al más sincero hedonismo. Exagerado, obsceno e incansable, lejos de pretender ser políticamente correcto, The Dare logra que no quieras salir de la pista. Hora de enloquecer. “What’s Wrong With New York?” quiere que bailes hasta que te duela el cuerpo, que sudes, que beses a ese tipo al que no ves del todo definido, que te sientas perfecta absolutamente despeinada, que te bebas ese chupito y que la última siempre sea la penúltima. Que bien sienta poder volver a ser un desastre.

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