A Brendan Benson parece gustarle continuar en tierra de nadie, o al menos esa es la sensación que da visto desde fuera. Ni tan siquiera la sociedad formada junto a Jack White en The Raconteurs le ha servido para coger más impulso hacia la fama. Es decir, sigue siendo un músico reputado, respetado y ahora todo el mundo sabe quién es gracias a ese proyecto que dirigió los focos hacia su carrera. Sin embargo, sus discos continúan sin hacer el ruido que sus canciones merecen, aunque eso parece no quitarle el sueño. Ahí sigue, sin gran carisma, mostrándose como si esta guerra no fuese con él. Ahora inaugura sello propio para presentar este “What Kind Of World”, en el que sigue mostrando buena mano para componer. De hecho, junto a “Lapalco”, este es el mejor disco de los que ha grabado hasta ahora, con la influencia evidente de un grupo pomposo como Jellyfish, el del power-pop de toda la vida, y la de un genio como es David Bowie. Todas las canciones son de nota: “What Kind Of World”, “Light Of Day”, “Keep Me” o esa “Pretty Baby” tan hermosa como elegante. Un auténtico carrusel de emociones y sensaciones.
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