...Y nosotros seguimos archivando fracasos. Bueno, no, nosotros no; nuestro corazón. Huele a paradoja, pero lo cierto es que sus triunfos, de Drake, Jason Molina, Eitzel, Callahan o Oldham- son nuestras derrotas. Emocionales, claro está. Porque mientras Kurt Wagner, alma matterde Lambchop, apostilla, sin dramatizar ni exagerar, microcosmos de realidadFordiana, a nosotros se nos hiela la sangre de golpe. Y no tan sólopor esos humildes y simpáticos arrebatos líricos; tambiénpor la (siempre) entrañable tristeza de unas notas que en "WhatAnother Man Spills", su cuarto y mejor álbum -no contamosel Ep "Hank", alcanzan su cenit expresivo. Una vez rendidosa la evidencia de que a este mundo se viene a disfrutar poco y a sufrir para siempre, el resto viene solo. No es necesario ladear en exceso la cabeza: ahí están, cada uno a su manera, Lambchop, Codeine, Joy Division,Low, Red House Painters, Seam, Mogwai, Christie Front Drive, Sunny Day RealEstate, Diabologum o Swell para recordarnos que nosotros nunca pedimos nacery que ella, de inolvidable nombre capicúa, jamás te corresponderá.Uff. Discúlpenme el alegato existencialista: Otoño no perdona.
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