Un trabajo sólido, homogéneo, que se escucha de un tirón y que provoca el baile y la sonrisa. Un disco que no sólo resulta divertido de escuchar sino que adolece de pretensión alguna y que provoca cierta actitud desinhibida en el oyente. Un oyente al que, de tener unos años, le vendrá a la cabeza el nombre de Duran Duran (no es casualidad que el disco esté producido a medias entre el líder del grupo Courtney Taylor y Nick Rhodes, quién se hacía cargo de los sintetizadores de los británicos y que no hace nos presentó su proyecto The Devils), pero también al Bowie de los ochenta. Un aficionado al que también se le aclararán muchas dudas si sabe de la intervención de Simon Le Bon (conexión Duran Duran por todos los lados), Nile Rodgers de Chic (recordáis aquel famoso “C´Est Chic” y un Evan Dando co-autor de la arrebatadora “You Were The Last High”, un auténtico hit que desde hoy debería sonar sin parar en tu reproductor.
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