Tras la aventura de tintes electrónicos, casi house, “Something to die for” en 2011, The Sounds retornan a sus raíces pop en su quinto álbum, “Weekend”. El quinteto sueco siempre ha sido muy consciente de que gran parte de su atractivo residía en sus potentes y energéticos conciertos y en esta quinta entrega ha querido capturar la esencia de sus shows y concentrarla en un disco. He ahí el principal defecto de este disco: demasiado directo, demasiado desnudo y demasiado evidente en sus intenciones, como un gran greatest hits que en realidad no lo son. No porque no haya madera, ojo, sino porque el indie-pop de The Sounds requiere de un tiempo de cocción determinado y de un mandatorio lapso para que la parroquia pueda aprendérselos y corearlos con la pasión de “Tony the beat” o “Rock & Roll”. Ahora bien, vayan avanzando faena estudiándose el pegadizo tema que da nombre al álbum, el furioso “Outlaw” o un “Great Day” que va creciendo minuto a minuto y que huele a futuro clásico.
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