Datos como que Ashnikko empezó a interesarse en la música cuando escuchó “Arular” de M.I.A. o que no escuchó a cantantes hombres hasta tener 16 años parecen construcción de una publicista un poco Paquita (o de ella misma queriendo ser su propia publicista), pero a la vez tienen mucho sentido dentro de la cuidada imagen que se ha creado la cantante. Nacida en EEUU, su familia se mudó a Estonia de adolescente, y ella se piró a Londres en cuanto cumplió los 18, donde empezó a hacer música. En 2017 sacó su primer EP, “Sass Pancakes”, en 2021 su primera mixtape, “Demidevil”, y, tras colaboraciones con gente como Lady Gaga o Grimes, por fin nos llega su debut largo, este “WEEDKILLER”.
“WEEDKILLER” se basa en un relato corto escrito por la propia cantante, que se inspiró en “Dune” para crear a Aster, un alter ego en un mundo postapocalíptico que lucha contra distintos enemigos y se acaba encontrando a sí misma. Algo así le ha pasado también a ella: 'me encontré con la persona que creo que siempre he querido ser, y con ello vino un amor por el mundo natural, y una enorme tristeza por lo que le estamos haciendo al planeta, un sentimiento de desesperanza', relataba hace poco. Muchos paralelismos con “Miss Anthropocene” de su admirada Grimes, una de las artistas que se nos viene a la mente cuando escuchamos este disco, junto a Slayyyter, Princess Nokia o incluso Rihanna (sobre todo en “Possession of a weapon”).
El pop electrónico más oscuro, el trap, e incluso el ambient y el metal se pasean por este disco, donde Ashnikko cuenta además con las colaboraciones de Daniela Lalita y, ojo, ¡con Ethel Cain! La autora del que probablemente fuese el mejor disco de 2022 (“Preachers's Daughter”) aparece en uno de los mejores cortes de este “WEEDKILLER”, una “Dying Star” con la que Ashnikko cierra la historia de Aster en una nota positiva. Algo bastante curioso si tenemos en cuenta el resto de la secuencia: 'mi música es una especie de catarsis para mí, me permite gritar y ser el pequeño demonio enfadadado que tengo en la cabeza sin necesidad de tener que serlo en la vida real', nos dijo cuando la entrevistamos hace un par de años.
Y ciertamente se nota en el sonido oscuro de este disco, un sonido para el que vuelve a contar con Oscar Scheller y Slinger, y suma a Dylan Brady de 100gecs o Micah Jasper (Slayyyter, Rebecca Black), además de BloodPop (Lady Gaga, Charli XCX) o KAMILLE (Little Mix) en la composición. Pero que la última frase que escuchamos en “WEEDKILLER” sea 'I want something soft' es toda una declaración de intenciones: hay mucha rabia y mucho grito desde que empieza con “World Eater”, pero el álbum consigue catalizarlo para que, si te entregas a él, al final sientas más algo parecido a la calma.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.