La problemática de siempre: las odiosas comparaciones. Mucho más cuando el caballo de batalla del que también formas parte es una apuesta ganadora tan contundente como la de The Hellacopters.
Aún así, hay que aplaudir la valentía y el arrojo de Robert Dahlqvist, quien curado de espantos tuvo la difícil misión de hacernos olvidar a ese Dreggen que parecía insustituible y al que ahora ya casi hemos olvidado. Con ellos ha firmado una trilogía imprescindible que va de “High Visibility” a “Rock’n’Roll Is Dead”. Robert Dahlqvist dice que toca por placer y eso se nota, incluso más en Thunder Express, donde está liberado de toda presión. Para darle forma a este disco ha invitado a una quincena de músicos. Entre todos han parido un trabajo que recuerda a su banda principal sin ser, ni por asomo, una copia de aquellos ni un ejercicio de ego. Usando una fórmula más que probada, el guitarrista introduce elementos como instrumentos de viento en “Get Back In”, armónicas en “Always Up To Something New”, aires de blues en “I Won’t Pretend” o alusiones a Kiss, Stones y sus adorados MC5, en un abanico de canciones lo bastante atractivas para ser escuchadas con cariño y atención.
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