Loudness (12 Years Of Party & Music)
DiscosWas (We Are Standard)

Loudness (12 Years Of Party & Music)

8 / 10
Raúl Julián — 09-12-2019
Empresa — Mushroom Pillow
Género — Pop

El pasado mes de noviembre WAS (antes We Are Standard y, antes aún, Standard) anunciaban su separación mediante un comunicado, por sorpresa y sin gira de despedida que hiciese las veces de celebrado epílogo. El cuarteto cerraba así un periplo de doce años y dejaba como único regalo de despedida el presente recopilatorio lanzado en formato digital. Una referencia válida para revisar la evolución de los vizcaínos a lo largo de las distintas fases creativas por las que transitaron, haciendo siempre gala de un poder de convicción asombrosamente certero y contundente concretado en el empuje de las propias canciones. Fue el mismo efecto que llevó al combo a certificar logros destacados, desde la conquista del Proyecto Demo en 2006 a la consecución del premio MTV EMA tres años después, además de incluir colaboraciones con productores de lujo y giras por lejanas partes del globo.

Precisamente la universalidad de su sonido debería ser entendida como esa base común que, manteniéndose constante a lo largo de toda su trayectoria, fue un elemento clave en su aceptación (nacional e internacional). Eso y, por supuesto, la verticalidad voraz de sus canciones, convertidas en rave cada vez que entraban en ebullición al contacto con las tablas. Era precisamente sobre el escenario donde los protagonistas se mostraban más cómodos, libres y (por supuesto) desprejuiciados, generando siempre una celebración estratosférica ante la que era imposible no claudicar. El descaro vacilón de su vocalista y frontman visible Deu Txakartegi encontraba acomodo en la solvencia y solidez del resto del grupo, empatizando de frente con un público que abrazaba su mismo hedonismo. La consecuencia era, por tanto, la comunión total entre artista y aficionado, en pos de una ceremonia lúdica, desatada e ininterrumpida a lo largo de un par de horas.

Loudness (12 Years Of Party & Music) (Mushroom Pillow, 19) no es sino una sucesión de trallazos que servirá como recordatorio de aquellos festejos perpetrados con la excusa de cada nuevo lanzamiento de la formación. Un catálogo inaugurado con aquel estreno que fue 3000v-40000w (Mushroom Pillow, 06) (del que no hay ni rastro en este lanzamiento) y que tuvo continuidad en We Are Standard (Mushroom Pillow, 08), segundo álbum convertido en paso crucial (y puede que insuperado), producido por el mítico Andy Gill de Gang Of Four. Un elepé en el que sus artífices asimilarían en pleno ese indie-pop electrónico con querencia funk y tremendamente vistoso que, aunque en diferentes variaciones y velocidades, ya sería santo y seña hasta el final. Unas preferencias consensuadas de manera evidente al lanzar un elepé de remezclas como fue "The Golden League"(Mushroom Pillow, 10), radicalizando así un discurso que desembocaría en el "Great State" EP (Mushroom Pillow, 11) y posteriormente en "Day" (Mushroom Pillow, 13).

La selección presentada para la ocasión abarca un total de quince canciones propias (algunas remezcladas), a las que añadir una acertada (y autorizada) versión en castellano del “All My Friends” de LCD Soundsystem que muta así en “Todos Mis Amigos”. La base de electrónica tan bien tratada y con la que reventaron pistas de baile y escenarios de todo el mundo es la principal protagonista del regalo, e incluye piezas tan irresistibles como “The Last Time”, “Only Neon”, “Don’t Give Up” en manos de John Talabot, “Other Lips, Other Kisses”, la épica “07:45 Bring Me Back Home” (que por momentos remite al “Heroes” de Bowie), “Irrintzi” o el que fue último coletazo de cosecha propia : el incuestionable y elegante single “All About The Music” lanzado el pasado año.

WAS –aka We Are Standard– fue una banda en constante movimiento, con una anormal capacidad para firmar torpedos difíciles de esquivar y que siempre supo mantener la esencia de su existencia. Todo mientras disparaba indiscriminadamente en diferentes direcciones con la intención de no hacer prisioneros. Y fue así como, con discos dotados con una chispa peculiar y a golpe de concierto en salas y festivales, el grupo se convirtió en una suerte de clásico moderno dentro de la escena patria, luciendo un equilibrio en el que la diversión histérica no estaba reñida con la calidad. Desde ahora toca echar de menos aquellos subidones electrificados de Fiesta & Música que Deu, Willy, Jon y Juan tuvieron a bien compartir con su público durante más de una década.

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