Warp and Weft

A la chita callando, sin aspavientos, sin portadas, sin salidas de tono, Laura Veirs ha ido construyendo una carrera discográfica envidiable de veras. Este “Warp and Weft” es su noveno álbum de estudio y, aunque no será un disco que vaya a sobresalir en su discografía por encima del resto, ni tampoco será mencionado como una obra clave para descubrir su sonido o propuesta, sí nos encontramos ante una colección de sólidas canciones en las que su autora despliega como siempre ese saber hacer, ese construir bellas tonadas con una facilidad tan aparentemente pasmosa que te desarma. Y además lo hace siempre arropada por unos arreglos tan elegantes y medidos que se adaptan a la perfección a esa voz frágil y evocadora. El disco abre con “Sun Song”, una perlita folk marca de la casa, en la que la acústica es la protagonista, al igual que en la preciosa “Shape Shifter” con esos evocadores violines de fondo. Pero es en temas más roqueros como “That Alice” donde la disfrutamos con mayor intensidad (Carl Broemer de My Morning Jacket pone la eléctrica y el disco está repleto de colaboraciones de postín), al igual que en ese acertado acercamiento al jazz que protagoniza en “White Cherry” como broche, esta vez sí, de oro.