Para que nos vamos a engañar, The Maccabees surgieron de la nada (como la mayoría de hypes de dudosa categoría que imperan en las listas británicas) con una fórmula que mamaba de la vertiente más pop de The Smiths o Arctic Monkeys, por quienes se cambiarían en un santiamén si el mismísimo diablo se lo propusiese. El abanico de temas que englobaba “Colour It In” no supuso ningún terremoto en sus vidas (ni en las nuestras, obviamente), pero sorprende de buen grado que en lugar de dejarse llevar por insustanciales melodías (es decir, el camino fácil) hayan apostado por una considerable madurez en su sonido acercándose a terrenos donde la épica se hace más que palpable. “Wall Of Arms” no supone, ni mucho menos, una reinterpretación de lo que Arcade Fire ha adquirido con tan sólo dos largos, pero la mano de Markus Dravs a la producción (Coldplay, Björk) hace que temas como “Love You Better” o “Young Lions” adquieran una dimensión hasta entonces marca de Butler y compañía. Ciertamente, “Can You Give It” (cien por cien James) o el cíclico estribillo melódico de “No Kind Words” nos hace pensar que la banda puede llegar a sorprendernos en breve, aunque su momento de gloria tendrá que esperar.
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