Janine Rostron ha sido y continúa siendo un auténtico perro verde, una de esas personas inquietas que no se contenta con los límites de una única disciplina artística. Moldea imagen, expresión corporal y música siempre desde su caleidoscópica mirada. Y eso de las personalidades únicas y fuertes suele tener tanto de malo como de bueno. Esta vez, es bueno, más bueno que en “Have It All”, su primer trabajo, publicado gracias al mecenazgo de Chicks On Speed. Tanto aquel como “W” son discos desiguales, pero aquí los mejores temas son bastante mejores, aunque no sumen en conjunto la mayor parte del minutaje. Para que nos entendamos, Rostron es buena haciendo música oscura, sintética, operística y cabaretera, pero convence más cuando aumenta la dosis de pop en su pócima (léase, “Doorway”, “The Breaks” o “Living It Out”, por poner un ejemplo), y cuando nos recuerda por qué ha colaborado con The Knife y por qué la gente de DFA ha tenido a bien acogerla bajo su etiqueta.
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