El amor de la clase que sea
DiscosViva Suecia

El amor de la clase que sea

9 / 10
Alejandro Caballero Serrano — 07-10-2022
Empresa — Universal Music
Género — indie español

Hace escasos días fue el tercer aniversario de El Milagro (Subterfuge Records, 19), ese gran álbum que apuntaba llevar a Viva Suecia a un nuevo nivel y que, por culpa de la pandemia, esa transformación no se pudo ver reflejada en las salas. Ahora regresan con mucha más hambre por comerse los escenarios que nunca con “El amor de la clase que sea” (Universal Music Spain, 22), un disco de once piezas donde se han desprendido de todos sus prejuicios y lo han llenado de colores, luz y, sobre todo, de amor, de ese que han recibido durante estos tiempos tan convulsos.

Porque si bien su anterior referencia parecía una continuidad de las dos anteriores, en este podemos comprobar una evolución mucho más clara y con más diferencias. Empezando por las más obvias, las tres colaboraciones. Y es que hasta ahora todos sus trabajos habían llevado tan solo la firma de los cuatro componentes de la banda, pero en este han decidido invitar a otros tres artistas para darle todavía más relevancia al álbum. Y lo han hecho dando voz a tres generaciones muy distintas.

Por un lado, la mítica Luz Casal añade aún más emoción a esa parte final de “La parte difícil” que nos hace humedecernos los ojos. Por otro lado, ese artista que está creciendo a pasos agigantados dentro del panorama nacional, Dani Fernández, suma todo su ímpetu a la potente y directa “Lo siento”. Y, para acabar, cuentan con Leiva como productor e intérprete de “Justo cuando el mundo apriete”, el hit del disco que consigue llegarte a primera escucha y que aúna a la perfección el universo musical de los suecos con el de Lei.

No solo varían en las colaboraciones, sino que también hay varios cambios en lo que respecta a su música, amasados bajo la producción de Santos&Fluren. De hecho, en la primera mitad del trabajo encontramos dos de las creaciones más diferentes de todo su repertorio: “El bien” en la que derrochan alegría y libertad con un ritmo guitarrero que se mantiene toda la pista y en el que no dejan de pasar cosas; y “Hablar de nada” que es sin duda la joya escondida del LP, donde esos sutiles toques de sintetizadores y electrónica le aportan un punto auténtico y diferencial.

Y, aunque en la segunda mitad también se atrevan a experimentar, es el lugar en el que han situado las pistas con pulsaciones más lentas, entre las que destaca la pieza final. Se trata de una de las canciones más emocionales y sinceras que han creado hasta la fecha, debido a esa letra tan sentimental y esa música tan imponente. Porque “Gracias” define a la perfección la importancia que tiene este disco para ellos y el duro proceso por el que han pasado estos últimos años y que corroboran con una frase que llega hasta el alma: “Conocí el abismo el año que aspirábamos a más”.

Pero que no se asuste nadie, porque esa esencia más cruda que nos cautivó a todos con temazos como “Bien por ti” o “A dónde ir”, sigue estando presente en cortes como “No hemos aprendido nada” o “Hacernos polvo” pero con un punto más de maduración que hace que suenen mejor y transmitan más.

En definitiva, “El amor que la clase que sea” es el álbum más luminoso y libre que han creado Viva Suecia hasta ahora. Estas once canciones son el empujón definitivo que necesitaban los murcianos para poder asentarse como una de las bandas más importantes y referentes en el actual rock patrio, un lugar que llevan ganándose desde 2014. Sin duda, ha llegado su gran momento.

 

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