Bien podríamos resumir las bondades de los barceloneses The Last 3 Lines midiendo su capacidad de generar adicción en el oyente en función de lo presuntamente en contra que juegan a veces sus referencias clásicas. El saldo es notablemente positivo. Ya desde la setentera introducción, el disco se desliza por unos terrenos conocidos por todos y que les confirman como uno de los mayores valores del indie-rock nacional, sin necesidad de manierismos ni imposturas. En lugar de eso, trabajo y calidad en los arreglos y una sensación de tener algo que decir que dota a “Your Bruising Charm”, “Lonely Parade”, “Andromeda” o “Paradigm Of Fools” de ese carácter de baile a la vez urbano y cósmico. Jugando con la épica y reduciéndola a muy bajas cuotas de esnobismo, algo así como el reverso ligeramente más electrónico de los mágicos The Soulbreaker Company, The Last 3 Lines ponen a la psicodelia en su justo lugar, dando sopas con ondas a las inconcreciones que suelen ser el talón de Aquíles del género. Y todo ello sin abandonar el favor del público de las tres de la mañana.
Grandes!!!
colosales, alucinantes, esta banda dará que hablar no solo en españa.