Big Fish Theory
DiscosVince Staples

Big Fish Theory

8 / 10
Marcos Molinero — 23-06-2017
Empresa — Def Jam / Universal

El segundo largo de Vince Staples parte del brillante epé "Prima Donna" (16) sobre todo letrísticamente. Si con su excelente estreno nos apabulló con un doble disco, dos años después decide que una docena de cortes son suficientes para ponernos al día de su visión del mundo. Unas letras cargadas de sustancia, la vida en el barrio ("Ramona Park Is Yankee Stadium"), el amor ("Love Can Be"), la marihuana y Basquiat o la política con referencias a Trump, Sanders y si será posible que una mujer negra y del gueto llegue alguna vez a la casa blanca. Un trabajo que, en las letras, mira a la cara a los mejores de la actualidad como su amigo Lamar, pero que también se acerca a los grandes del género. Si Kendrick es la versión actual de KRS-One, Vince es la versión 2.0 de 2Pac.

El disco cuenta con invitados de lujo, que aportan su paleta de colores sobre todo en los textos, de ahí la denuncia social y la mordacidad de Kendrick Lamar en "Yeah Right", la visión gótica de los Estados Unidos de Ty Dolla $ign o la locura anárquica de A$AP Rocky en "Samo". Porque "Big Fish Theory" es un álbum brillante, de esencia electrónica en lo musical, conciso y breve pero repleto de proteínas; una colección de canciones que van ganando con las escuchas y donde impera el menos es más musical tan típico de Vince.

La teoría nos dice que un pez crece según sea de grande su pecera, pues Vince no tiene límites, su crecimiento no vislumbra un techo. Este es otro ejemplo de que el rap, un año más, copará las listas de los mejores discos del año. Mientras la crisis en la música de guitarras es cada vez más patente, el rap sigue creciendo, expandiéndose y mutando.

 

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