Sí, son ellos. La misma banda que iniciaba su andadura en 1995 y que en 1999 publicaba su aclamado debut “Moontime” . De Vitoria, ya sabes. Power pop cantado en inglés. Por lo menos hasta ahora. Cinco años llevaban sin pasar por el estudio a causa de un accidente, cosa que sin embargo no ha provocado, como suele ser habitual en estos casos, la desintegración del grupo. Vuelven y lo hacen con más energías, y con la apuesta por el castellano como nuevo leitmotiv. De momento la cosa va bien. Las canciones fluyen y el asentamiento de la banda no se ha resentido del cambio de lengua. Las letras de Raúl Rama siguen funcionando igual de bien y la producción de Karlos Osinaga (Lisabö) acierta con lo que el grupo necesita en este momento. Y eso no es otra cosa que guitarras pasadas de volumen directas a los cimientos de, por ejemplo, unos Dinosaur Jr. Canciones como “Cenizas” o “Todo es un disfraz” deben ayudarles a crecer. Y más si, como parece, han tomado el camino adecuado

Vaya bolos que se han pegado últimamente!!!
Imprescindible!!!
If I were a Teenage Mutant Ninja Turtle, now I'd say "Knwabuoga, dude!"