La saludable puesta al día que apuntaba “Counterparts” (93) –para aquellos que lo escucharon con el oído sin afinar, mero endurecimiento- no tuvo la continuidad debida en “Test For Echo” (96): el peor disco que el trío canadiense haya grabado en sus treinta años de existencia.
Por eso “Vapor Trails” deja un ligero paladar de victoria, ya que, sin acercarse a sus grandes momentos, sabe a declaración de intenciones, nos hace respirar el aroma del inconformismo y habilita la posibilidad de una nueva gira europea. A pesar de que ciertas constantes vitales se mantienen –el selling point que se marcan los de su compañía con aquello de que les produce el mismo que a Hole no cuela; Paul Northfield colabora con la banda desde los primeros ochenta- y del esfuerzo que dejan entrever los temas que lo componen –parece que hayan decidido partir de cero en todo salvo en el particular universo lírico de Neil Peart- las líneas previas son mera excusa para recomendar la adquisición de “Permanent Waves” (80), “Moving Pictures” (81), “Signals” (82) y “Hold your fire” (87). Luego, tú verás qué hacer con éste.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.