La canción que abre el segundo disco de Vampire Weekend, “Horchata”, cuenta como uno jovencito con el corazón roto bebe horchata en diciembre para recordar un amor veraniego que ya pasó. La historia es bien simple, y la canción también, pero es todo tan perfecto, está todo tan en su sitio, en la línea del “menos es más” de ese pop de miniatura con denominación de origen que ya poblaba su debut, que enseguida comprendes que estos cuatro pijos de buen corazón de Nueva York lo han vuelto hacer. “Contra” es una maravilla, un disco en el que los norteamericanos enriquecen su pop de juguete con fugas al hemisferio sur a base de resultones y coquetos arreglos electrónicos y de sintetizadores ochentenos.
Una operación que aporta nueva vida (la justa) a la celebrada fórmula de una de las bandas de pop con más clase de la actualidad. Y es que “Contra” es un disco variadísimo, hay un poco de todo en los poco más de treinta y seis minutos que dura. Ska-pop infeccioso en los rompepistas “Holiday” y “Cousins”, pop multicolor en “Giving Up The Gun”, flirteos con los sonidos jamaicanos en la deliciosa “Diplomat’s Son” (donde se atreven a samplear a M.I.A. y Toots And The Maytals), y cumbres como “Run”, “White Sky” y “California English”, tres canciones llenas de guitarras saltarinas, arreglos de cuerda sublimes, sintes bonitos a rabiar y unos coros y segundas voces de traca.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.