El despegue de Valira, la banda de Juan Zanza hace dos años con su debut “Ecos de Aventura” sigue su viaje interestelar con un disco, literalmente, explosivo. El LP “Supernova” concentra, con pocos ingredientes, doce cápsulas que destilan potencia rock y lirismo a partes iguales, y es que el ahora quinteto valenciano desata sin miedo un buen amalgama de colores que, bajo un prisma perfectamente cohesionado, hace que sus temas graviten alrededor de una materia común: el cosmos y la ciencia ficción.
Declarado fanático de las referencias al espacio y las metáforas, en este disco Zanza nos descubre una vertiente más sintética con visible éxito. Los arreglos de teclado, la fusión rock con acentuadas capas de sintetizador y las baterías grandes y procesadas son todo un acierto respecto a su anterior álbum.
La labor de Pau Paredes (Millenia) en este aspecto ha sido clave para una preproducción y producción de los temas con la dirección adecuada. Un trabajo cuidado que hace que inevitablemente requiera una escucha repetida y atenta para reparar en cada detalle, cambios de estilo, efectos y pequeños elementos que no hacen al LP más que enriquecer.
Así, el disco sigue una senda clara y condensa canciones que refulgen con fuerza desde la primera que abre este viaje, “Un faro en el vacío”, un arranque al puro estilo rockero americano. No deja de sorprendernos la inclusión de los sintetizadores con “Luz Errante” con la que ya se reafirma este cambio de tendencia sonora, una canción potente y optimista.La lírica del álbum se retroalimenta constantemente del concepto galáctico para delinear temas como “Gravedad”, que además cuenta con la brillante colaboración de Diego de Veintiuno aportando su parte de color.
Por su parte encontramos a Ízaro en “Algo Invisible”, un tándem vibrante para dar algo más de manga ancha a esa electrónica suave que comienza a asomarse. La última colaboración en el disco viene de la mano de Manuela Vellés con “Refugio”, una historia de amor que desvela el corte poético que también se entrevé de este trabajo.
La recta final de “Supernova” visita la emotiva “Templo de Cristal”, himno de lucha contra la opresión de las mujeres y “Cimiento de Trinchera”, una balada de amor que explora efectos y teclas. “El Replicante” cierra con sobresaliente un álbum dando sentido al hilo conductor que le da sentido propio. Así, los detalles, pequeños matices e interpretaciones van abriéndose paso a cada escucha en lo que probablemente se ha convertido en el disco que va a consolidar a Valira como banda.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.