“Sin City Lies” abre este efectivísimo debut. “¿Lo nuevo de los Ferdinand?”, me preguntan desde la mesa de al lado en la redacción. Entonces comienza el juego de las comparaciones. “Más bien suenan a Strokes, ¿no?”, se oye desde el fondo de la oficina.
Bueno, temas como “Dawn 80’s Hooker” o “Girls In Leather” huelen a New York a kilómetros de distancia. ¿Y esa guitarra de “107 dB”? Ahí volvemos a Escocia, está claro. Al grano, ¿os gusta el disco o qué? “Está muy bien. ¿Me lo tuestas para pincharlo este fin de semana?”. Ahí está la cosa. Los gallegos ganadores demoscópicos de este año nos entregan una sabia mezcla de toda esa hornada de guitarras saltarinas que hace tiempo que empieza a saturar, pero a la que grupos como The Blows todavía han sabido sacarle algo más que un digno partido. “¿Qué coño dices Rafa? ¿Es que aquí nadie ha escuchado nunca a los Stooges?”. Ni contesto. Subo el volumen, vuelvo a poner “Two Minutes” y mientras golpeo el suelo con el pie me doy cuenta de lo poco que me importaba esta conversación a la hora de acabar contándoles que este disco es lo mejor que me podría haber pasado para comenzar este año con una alegría.
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