Muchos y muy variados son los acontecimientos que se han sucedido, de forma vertiginosa, en la vida de la menuda y aguerrida guitarrista y cantante de Buffalo. Tras la publicación de su mejor disco, «Dilate» (96), esta joven se ha ido granjeando un reconocimiento multitudinario que incluso derivará en nominación a un Grammy en 1998. Entre tanta vorágine, se saca de la manga su anterior y onceavo álbum «Little Plastic Castle» (98), un disco que se contagiaba de esa vitalidad tan innata en ella, ofreciéndonos un collage estilístico mucho más variado y menos folk. En 1999, Ani, que entre tanto devenir incluso ha encontrado un hueco para casarse con su ingeniero de sonido, ha editado, un trabajo mucho más íntimo que algunos podrán tildar de transitorio pero que, al recoger temas tan íntimamente bellos, una vez más me tienen cautivo. Algunos como «Jukebox», «Tis of Thee» o «Come Away From It», ya han sido interpretados en directo por Ani, algo que evidencia que el disco, grabado tan sólo unos meses después que su predecesor, tiene algo de cajón de sastre de la prolífica actividad compositiva de su autora. Es decir, que hay canciones que destacan muy por encima de otras con lo que el conjunto acaba por cojear levemente. Destacar que, por primera vez, el grupo que la arropa en directo ha participado también en la grabación del disco, con todo lo que eso tiene de positivo a la hora de recrear un sonido que ha sido ensayado noche tras noche («Hat Shaped Hat» el tema de trece minutos que cierra el Cd es un desmedido ejemplo).
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