Me encantan los discos sin pretensiones, los discos que parecen surgir de la necesidad de pasárselo bien, sin la obligación de crear un elaborado concepto artístico detrás. “Up The rock” es uno de esos discos.
O al menos lo parece. Con un estilo sumamente radiofónico (casi ninguna canción supera los tres minutos y medio), Diamond Dogs consiguen enganchar de nuevo, de la primera canción a la última. El primer corte del álbum “Generation Upstart” es una declaración de principios en toda regla. Rock clásico de entretenida nostalgia, a veces tabernero que en algunos momentos, como es el caso de “If I Ever Fall In Love With You” sigue recordando al Rod Stewart más borracho y gamberro o a los The Pogues más dramáticos “Where Are You Tonight”. En fin, un disco equiparable a esta nueva moda literaria de adelantar un capítulo de novelas pendientes de publicación. En este caso, la novela sería el concierto. Y a día de hoy no se me ocurre nada mejor para una noche anodina de miércoles que acudir a una actuación en vivo de Diamond Dogs en una sala de aforo medio, cerveza en mano, a disfrutar escuchando del mismo modo que los integrantes del grupo lo hacen tocando. En resumen, un disco de agradecer, ¿o debería decir mejor, un grupo de agradecer?
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