Miren, es difícil enfrentarse al trabajo de los Libertines, sin nombrar los desmesurados elogios que les han rodeado desde que sacaron su primer single, “What A Waster”, el pasado verano. Que si el NME les corona como la mejor nueva banda del momento, que si su disco es un clásico instantáneo de la música pop, que si recuerdan a The Clash, Jam o a los Only Ones (¿?)...
La verdad es que con sólo leer esos comentarios a uno casi le pueden los prejuicios, sólo que no podemos olvidar que a un grupo debemos juzgarle por su música y no por lo que se diga de ellos en la prensa británica o en la que sea. Así que, musicalmente hablando, “Up The Bracket” es un correcto ejercicio de rock´n´roll adolescente, aunque algo embarullado y precipitado, que huele a inglés por los cuatro costados, ya sea por su actitud descarada o por textos tan explícitos como los de “Tell The King”.
Ahora bien, por mucho que el disco haya sido producido por Mick Jones, poco hay en Libertines de los firmantes de “London Calling”. Debemos reconocerles el hecho de que, al final, el conjunto acabe teniendo un sonido personal, algo difícil de conseguir en un primer disco. Aunque, eso sí, habrá que esperar a próximas referencias para saber cuál es el potencial real de la banda. De momento se quedan en un aprobado justo.
Aquí leyendo esto después de 10 años.