Tori Sparks no es una recién llegada, pero la publicación de su cuarto disco puede significar un nuevo renacer para ella. En su día su debut fue muy bien recibido por una parte de la prensa especializada, luego creó su propio sello para tener mejor controlada su carrera, y en uno de sus discos llegó a participar Steve Browman de Counting Crows. Sin embargo, “Until Morning/Come Out Of The Dark” puede ser el despegue definitivo para ella. Dividido en dos partes bien diferenciadas, como si fuese una especie de doble Ep con siete temas cada uno y con temáticas distintas. La primera es más orgánica, ideada para tareas más nocturnas y callejeras, en una onda más pop y con apuntes del soul, y en la segunda se reserva esas canciones con coordenadas del folk que te despiertan por la mañana y te amenizan la jornada tras haber pasado unas horas un tanto frenéticas. Un concepto original con el que trata de desmarcarse de otras propuestas más comunes. La versión que hace de “Quizás quizás quizás” tiene su encanto, y el dueto junto a Shawn Mullins en “Letter To A Wretch 2” explica la razón por la cuál Sparks siempre tiene a amigos que le quieren echar un cable. El batería de Counting Crows repite, y la de Mike Farris es otra de las voces que también se ponen a su disposición.
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