The Road: Part 1
DiscosUnkle

The Road: Part 1

7 / 10
Raúl Linares — 25-08-2017
Empresa — Songs For The Def
Género — Trip Hop

UNKLE comenzó su andadura a finales de los años noventa como el proyecto de James Lavelle, uno de los hombres del momento gracias a su buen hacer en el sello Mo Wax, hogar de muchos proyectos asociados con el sonido Trip Hop que tuvieron bastante éxito. Al principio sus compañeros fueron Tim Goldsworthy - quien más tarde formaría el sello DFA junto con James Murphy - y Kudo en diferentes etapas, pero con quien lograría ascender a los cielos fue con DJ Shadow, a quien ya publicó en su sello un poco antes su obra magna “Endtroducing” y que fue el encargado de producir el genial “Psyence Fiction”, en el que logró reunir a lo más granado del panorama hip-hop y rockero de la época, con nombres notables como los de Lyrics Born, Mike D de los Beastie Boys o Thom Yorke. Poca broma.

Tras este pelotazo llegaron los laureles y la ruptura del proyecto con DJ Shadow. Tras él recogería el testigo Richard File, un productor asociado al sello Mo Wax que fue el encargado de llevar las riendas de la producción de un “Never, Never, Land” empequeñecido en comparación con el anterior trabajo, aunque contase también con músicos de primera fila como Robert del Naja de Massive Attack, Jarvis Cocker, Brian Eno, Josh Homme e Ian Brown. Pero el cambio de productor y de rumbo no le sentó demasiado bien ni al proyecto ni al público y todo comenzó a perder un poco de fuerza. Tampoco ayudó la caída en las redes de la fama y de la cocaína de Lavelle, lastre que le llevó a perder casi todo y a obligarse a reinventarse y a sacar discos cada vez menos inspirados. “War Stories” tuvo su gracia gracias una nómina de colaboradores de nuevo impresionante (Autolux, Ian Astbury y un Josh Homme que repetía) y algunos temas se salvaban, pero la fórmula ya no resultaba igual de inspiradora ni de cautivante que al principio.

Después de varios años y unos cuantos discos (bastante turbios y descafeinados) nos encontramos con Lavelle que trae mejor cara gracias a “The Road: Part 1”, un buen trabajo que no recupera el brillo y la genialidad de su primer LP, pero que gracias a un leve cambio de sonido y estilo logra cosechar algunos momentos notables e ideas interesantes y bien desarrolladas. Lo primero que notamos en el disco, antes incluso de ponerlo a reproducir, es la falta de estrellas, de vocalistas o productores que te hagan querer escuchar el resultado con tan solo ver su nombre en los créditos. Lo más parecido es el gran Mark Lanegan, que brilla con luz propia en un “Looking For The Rain” que suena un poco al último Trentemøller. El resto de los acompañantes son menos conocidos y no logran dar con la tecla, aunque se salvan algunos temas como “Stole Enough” con Mïnk aka Elliot Power aka Dorian Lutz como invitado, o “Sick Lullaby” con la voz del poeta y cantante Keaton Henson; mención especial a la bella “Farewell” ubicada justo al principio del disco, que gracias a ese piano etéreo, esas deliciosas cuerdas y a las voces de Lanegan y Eska, logra dar en el centro de la diana.

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