Quizás sea una de esas cosas que lo delatan a uno, pero “Electric Circus” (MCA, 2002) me sigue pareciendo uno de los discos de rap más audaces de la década. La gente me mira con cara rara cuando lo digo, así que me callo y espero mi momento. Mientras, Common sigue publicando discos a un nivel notable.
Quizás le haya faltado al rapero de Chicago un disco incuestionable, algo que sí han conseguido algunos de sus colaboradores habituales, uno de esos trabajos que todo el mundo coincide en señalar como algo definitivo, algo que sólo ha rozado con “Like Water For Chocolate” (MCA, 2000). Tampoco lo es “Universal Mind Control”, aunque sí encontramos en él algunas novedades agradables. Será porque Obama ha ganado (hay allí un Yes, We Can de homenaje), pero Common suena rebosante de energía y algo más hedonista de lo habitual. El corte que da título al álbum, sin ir más lejos, es el tema más orientado a la pista que le hemos oído; en “Gladiator”, en cambio, sigue la brecha que abrió con “The Game”, de su anterior trabajo. Rap que no rehuye la batalla, pero le hace frente con elegancia, esa de leyenda de la que puede presumir el que es, sin duda, uno de los MC con más clase de nuestros días.
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