Una ópera egipcia

Mientras escribo suena (segunda vez en diez minutos) “No sé cómo te atreves”, la pareja perfecta para “Señora de las Alturas”. Lo primero, gracias Los Planetas. Gracias porque necesitaba otra cuchillada así por su parte, porque, y aunque el resto del disco se me haga pequeño escuchando estas dos maravillas, me valen el trabajo entregado entero.

Alguno pensará que escribimos en plan mecánico, que hay que cerrar el número de abril. Pues se equivocan, quien esto escribe anda aturdido por semejantes dentelladas, porque Los Planetas se vuelven a colar en mi banda sonora, esa de la que llevan siendo parte indispensable en domingos de botella de vino en casa, de domingos con sol o sin él, con amor o sin él, con futuro o sin él, pero banda sonora de un montón de años y de domingos con y sin. Y no sólo domingos.

Los Planetas, ya desde “Mi hermana pequeña” han sabido hacer que me retuerza y alce la vista cada vez que suenan. Han sabido contarme lo que quería escuchar, y de nuevo lo hacen. Y no me importa una mierda que tiren de La Bienque para ganar, entre otras porque La Bienque le mete una sonora somanta de sopapos a Arantzu (La Buena Vida) protagonista en anterior dueto planetario. Los Planetas vuelven a hacerlo, y aunque yo sea habitante de tierras de Cierzo, Violadores del Verso, Bunburys, Tachenkos o Amarales, nadie me quita mis quince años viviendo en el Sur, y si a eso le sumamos mantener (a distancia, a mi pesar) mi casita en la gaditana Sierra de Grazalema, ni hablamos.

Ya lo hicieron en el magistral “La leyenda del espacio”, y repiten. Repiten pasando el flamenco, la tradición y el sentir de una Andalucía perfecta y preciosa en este caso, por su tamiz. Este es un disco que ganará con más escuchas, con repetidas embestidas de los granadinos en mis domingos “con y sin”, con escuchas en las que necesite de la popera “Una corona de estrellas” o de la “morentizada y omeguizada” “La Pastora Divina” Pero un disco en el que Morente o La Bien Querida no hacen sino agrandar lo que en un principio pensé era disco menor, y que empieza a convertirse en banda sonora de días.