Con “Voayeur”, su primer compacto, dijimos que Nubla ocupaba espacios musicales que estaban por llenar. Con este nuevo disco definitivamente se gana su propio lugar. De hecho ella misma para evitar extrañas clasificaciones lo etiqueta como “Magic tender hard hip pop”. Veamos. “Magic”, sin duda.
De “tender” tenemos cuatro diferentes significados: tierno, dolorido, cariñoso y delicado, curiosamente cumple con los cuatro. “hard”, duro como la vida misma y es que sus letras a veces son bofetadas. Y “hip pop”, quizá porque las bases rítmicas, que en su anterior disco eran más agresivas, aquí se han suavizado algo. La gran personalidad de Nubla impregna todo el disco que posee la perfección del artesano que solo está contento cuando la obra es perfecta. Cada sonido tiene su sitio y su sentido, algo que se aprecia escuchándolo con auriculares. Hay temas luminosos como “Día a día” o “Una vuelta”, compuesto a medias con Dani Macaco, o la revisión de “Malquerida” con ritmo más vivo y fronterizo. También temas que encajarían en su anterior álbum, como el inquietante y oscuro “Fiebre” o “Milonguita”. Entre medio repite con otra preciosa versión del gran Caetano Veloso y que tan bien le va a su dulce voz. Nubla plantó una semilla con “Voyeaur”, tres años después ha crecido y ha dado flores de muchos colores.
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