De la cuna a la pista de baile. Ha pasado casi una década desde que aquellas tres niñas cordobesas se reunieron bajo el paraguas de su tío, el músico y productor Fernando Vacas, en el proyecto Prin’ La Lá. El sueño patafísico del líder de Flow expandió el influjo de Syd Barrett, Leopoldo María Panero y Vainica Doble con el antecedente perverso de Antonio y Carmen. Ahora, cinco años después de su primer largo, Blanca y Macarena superan la veintena. Y se enfrascan en un viaje conceptual: el rapto alienígena hasta el planeta Gregorian, donde observan el comportamiento humano hasta que Marsuf, viajero del espacio, las rescata y devuelve a la Tierra. Los excelentes textos de Bruno Galindo, Curro Bernier, Marjane Starpi, Carlos Pardo o el propio Panero hilan el trayecto. La psicodelia se mantiene como eje caleidoscópico, aunque las canciones de “Un nuevo orden” ganan en músculo y brío. Synth-pop embellecido por magistrales arreglos de cuerda, un tratamiento de voces muy por encima de la media, atmósferas dream, Kubrick, tics ochenteros y la mezcla final a cargo de Mandy Parnell (ingeniera de sonido de Björk). Otro gran álbum para un lustro incierto.
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