Todo parece indicar que los osonenses Oques Grasses están por fin preparados para ser catapultados a la primera línea de fuego del mestizaje catalán. Si les saben mover con inteligencia y calma, puede suceder con ellos algo parecido al fenómeno Txarango de hace un par de temporadas, o al menos ingredientes para ello no faltan en su propuesta. Hay que decir que no son unos recién llegados, pero diversas circunstancias han dilatado más de lo debido su apuesta definitiva. Una jugada que se basa en el desparpajo de su música y letras, además de contar con una voz muy definida, potente clara y diferente. Su música basada en el reggae se expande hasta combinar el pop, la rumba, el folk mediterráneo, el rock mestizo y por momentos incluso se les ve capaces de juntar la tradición más escatológica y cachonda de La Trinca con el bagaje musical de unos Dusminguet. “Cul” sería un buen ejemplo de esa fusión además de ser el single que puede ponerles en boca de todos como pasó con la “Jenifer” de Els Catarres, aunque personalmente pienso que la propuesta de Oques Grasses tiene más entidad y empuje. En cualquier caso, lo que queda claro es que no nos encontramos ante un grupo más que añadir a la bulliciosa escena de la pachanga catalana, al contrario, lo de Josep Montero tiene pinta de ser serio, muy serio, aunque parezca un contrasentido ante el cachondeo que se traen entre manos.
muy buen y acertado comentario