Ultrabelleza
DiscosMaría José Llergo

Ultrabelleza

8 / 10
Yeray S. Iborra — 27-10-2023
Empresa — Independiente / Sony

No siempre es así, pero… Por lo general, cuesta lo mismo quejarse que proponer. Aunque tenemos tendencia a señalar y, todavía más, a mirar al dedo que señala. María José Llergo apuesta por salirse de esa rueda tóxica en “Ultrabelleza”: ensalzar la diferencia y atizar al odio.

Después de la autoevaluación –exhaustiva– que supusoSanación, de atmósfera tupida, flamenco bastardo y pasajes de tormenta electrónica, la cordobesa dibuja un nuevo escenario artístico. Recoge los frutos de la exploración, todo lo emocional vivido personal y colectivamente, y lo transforma en pura comunicación. La cosa era hacer llegar el mensaje al máximo de gente, y para ello ha desacralizado –todavía más– el cante y lo ha llevado a un nuevo escenario: un escenario mestizo. Con la ayuda de productores como el valenciano Lost Twin, copartícipe de casi todo en su carrera, pero también con una nueva dosis de electrónica de club gracias a Zahara y Martí Pernarnau, y sobre todo de temas de sonido global trazados con George Moore (Reino Unido) o Knox Brow (Jamaica/Reino Unido).

Para expandir la “Ultrabelleza”, se necesitaban nuevas armas. La voluptuosa “Aprendiendo a volar”, la directísima –casi Mala Rodríguez– “Lucha”, el breakbeat, rapeado, sí, de “Visión y reflejo” o la East Coast “Juramento”. La artista no ha sido esclava siquiera de su voz, que ha roto como nunca en “Superpoder” o ha mantenido limpia en “Tanto tiempo”, tema de una ligereza preciosa, pese a lo duro del mensaje; todo según lo que pidiese la canción. No ha repetido fórmula alguna. Respetar la naturaleza de cada uno –como expone en el sobrecogedor manifiesto que acompaña al álbum– es escucharse en cada momento. Te lleve eso al lugar al que te lleve.

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