Whirlybird

No contento con ser uno de los músicos jóvenes de rock más hiperactivos de la escena, el californiano se descuelga con su primera banda sonora. Se trata de la música original para el documental de su amigo Matt Yoka, estrenado comercialmente en Estados Unidos el pasado verano. Y la música es todo lo personal que podía esperarse.

El filme se beneficia de las impactantes grabaciones de dos reporteros estrella, Marika Gerrard y Zoey (antes de 2013, Bob) Tur: hasta su divorcio en 2003, matrimonio adicto a la adrenalina que durante los años ochenta y noventa sobrevuelan en helicóptero Los Angeles en busca de sucesos impactantes, revolucionando el modo de dar noticias. Una pareja que pasó por encima de escúpulos y de una relación destructiva, dejando tras de sí un rastro de caos que hoy lamentan.

No es casual que Ty Segall, ilustre californiano, se haya involucrado en un documental que explora el lado bizarro y salvaje de esa ciudad ultra competitiva de contrastes. Cierto que había hecho sus pinitos poniendo música a imágenes puntuales, pero su amistad con Yoka (que le ha hecho unos cuantos vídeos) ha sido determinante a la hora de componer estas trece piezas instrumentales con las que explora los fantasmas locales, con un tono abstracto y retrofuturista.

Armado con su arsenal de sintetizadores, cajas de ritmos primitivas, teclados Wurlitzer y percusiones, y apoyado por el saxo de su colaborador habitual Mikal Cronin, Ty Segall nos mete de lleno en el lado oscuro de la soleada ciudad californiana. Son píldoras en las que pasa de la contención en los tonos atmosféricos minimalistas (“First Date”) al kraut extravagante (“Los Angeles News Service”), el funk descacharrado (“Lawrence Welk III”, “Story of the Century”) o la oscuridad carpenteriana densa (“Getting The Story”, “Sky Duo”), la melancolía sintética (“High”) o la electrónica casi industrial (“News Junkies”). Siempre, con el gusto para el sonido que le caracteriza y habilidad para crear ambientes cinemáticos de tonos opuestos. Más que una extravagancia puntual, tiene pinta de que Segall ha encontrado otro canal para dar rienda suelta a su raro talento.