False Alarm

El cuarto álbum de Two Door Cinema Club es algo. Algo en el sentido de que no es un disco más, como sí lo fue “Gameshow” (16). Digamos que “False Alarm” no es un intento sin gracia por mantener la estela marcada por su debut “Tourist History” (10) o el lleno-de-joyitas que fue “Beacon” (12), no. Tampoco es un disco brillante, ni nos ha golpeado con la frescura que lo hizo su primer disco, en plena era del indie 2.0. Pero el cuarto esfuerzo de los irlandeses es precisamente eso, un esfuerzo. Algo que, en cierta manera, siempre debemos agradecer y reclamar a los grupos que nos gustan. Mucho más arriesgado que su antecesor, abrazado ahora sí a sonoridades descabelladas y sin complejos, lleno de sentido del humor –prueba de ello es el videoclip de “Satellite”– y capaz de sumergirse incluso en el funk-pop discotequero sostenido por el imaginario popular de los ochenta.

“False Alarm” contiene algún momento de poner los ojos en blanco, como “Break”, canción en la que Alex Trimble no consigue pasar de la superfície, como si lo hiciera en temas como “Sun” o “Do You Want It All?”. O podríamos hablar también de la depeche-modiana “Dirty Air” y los falsetes melodramáticos de “Already Gone”. Los teclados y la mezcla entre orgánico y mecánico, sello de Two Door Cinema Club, empezaron a diluirse en el anterior “Gameshow” y aquí se rinden definitivamente a la electrónica y a los sintetizadores. Aún así, brillan temas como “Once”, corte que abre el disco, “Talk” o la pegadiza “Satisfaction Guaranteed”, junto a la banda de Zimbabue Mokoomba, así como “Satellite” –quizá la más continuista del disco– y “Nice To See You”, acompañados por el rapero Open Mike Eagle.

Aunque el resultado podría mejorar mucho, bien por Two Door Cinema Club por arriesgarse, bien por proyectar una carrera más allá de vivir de las rentas de su primer disco y sobre todo bien por ellos por tratar de encontrar su propia esencia en cada paso, aunque por el camino pueda haber alguno en falso.