Tras un comienzo de década dubitativo con álbumes como “Vengance Falls” (13) y “Silence In The Snow” (15), en 2017 volvía la banda que todos conocimos en 2005 con la explosión de su segundo álbum de estudio “Ascendancy”. Por suerte, este último álbum sigue la estela de su predecesor, es decir, el álbum no evoluciona ni revoluciona nada, sino que la banda desarrolla la fórmula que les funcionó en 2017 y nos dejan uno de sus álbumes más pesados y de mayor calidad.
Tras una introducción de dos minutos la banda inicia una nueva tanda de nueve temas en los que nos muestran una vez más su pasión por el heavy metal, inyectando elementos de thrash, death metal melódico e incluso black metal a sus canciones. Uno de esos temas es “Amongst The Shadows And The Stones”, la cual nos retrotrae a esos primeros gloriosos años en los que nos destrozaron y sorprendieron actuación en el británico Download de 2005. Oscuridad y un sonido melódico que recuerda a bandas como In Flames es lo que podemos escuchar en temas como “Bleed Into Me”. Otras piezas como los singles “Catastrophist” o la propia “What The Dead Men Say”, no son ni de lejos las mejores canciones de la banda, pero sí de las más pegadizas y con grandes riffs intercalados con los estribillos melódicos.
Esta mezcla de estilos y la pasión que muestran Matt Heafy y los suyos en directo es una fórmula que les funciona como pudimos observar los asistentes a Resurrection Fest 2019. En definitiva, “What The Dead Men Say” supone uno de los mejores pasos que podían dar Trivium a día de hoy, reclamando su lugar en el escalafón del metal mundial y dejando claro que ya están preparados para encabezar grandes festivales sin despeinarse.
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