Como pasa el tiempo. Nada más y nada menos que veinte años, un espacio temporal que no pasa en balde para nadie, ni siquiera para Cowboy Junkies tampoco. Para lo bueno y para lo malo. Han ganado en madurez, son más sabios y, sin embargo, por el camino no han perdido la frescura habitual de una banda que inicia su andadura con toda la ilusión del mundo. Y “The Trinity Session” fue eso, una especie de desafío para ellos, una aventura, una odisea en forma de disco. Reunidos en una iglesia grabaron un disco en el que le daban una visión muy particular a temas de toda la vida. El trabajo formaba parte de su famosa trilogía junto a “The Caution Horses” y “Whites Off Heart Now!”.
Pasadas dos décadas, han querido recordar de nuevo lo que significó la creación de ese disco, y lo han rubricado reorientando piezas como “Sweet Jane”, “I’m So Lonesome I Could Cry” o “Blue Moon Revisited”. Han tirado de agenda y han conseguido que les echen una mano personajes como el titánico Ryan Adams, el renovado Vic Chesnutt y una reubicada Natalie Merchant. Aunque la magia ya no es la misma, da gusto escuchar esas canciones con Margo Timmins en plan señorial y una banda que no presenta fisuras. Otro aliciente es poder contemplar la secuencia en el DVD que acompaña al disco, en un testimonio francamente epidérmico.
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