Si los fans de Phish, y subrayo lo de fans porque esa comunidad que le sigue a todos sitios es digna de elogio, se le hace difícil absorber tanto material, entre nuevas grabaciones y discos quíntuples, séxtuples o qué sé yo, pues imagínense el tener que centrarse además en proyectos en solitario de sus miembros o en colaboraciones diversas con artistas ajenas al grupo (acuérdense sino del disco de Oysterhead).
En este primer disco del líder por antonomasia de Phish, el amigo se aleja de su sonido habitual con banda –aunque no del todo-, para cargar las tintas en terrenos musicales que no había explorado en el pasado. “Alive Again” desprende efluvios de bosanova, “Cayman Review” roza los ritmos funk adornándolos con hermosas voces femeninas y, en “Push On Til´ The Day”, Anastasio se nos descubre como un Fun Lovin´ Criminal arropado por una sección de vientos. Y es que se deja acompañar en todo momento por ocho instrumentistas y por un total de veintiún músicos adicionales que le ayudan a recrear un sonido fresco y alejado de los eternos desarrollos instrumentales que, por lo general y a grandes rasgos, caracterizan a Phish.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.