Obverse

"Obverse" supone el quinto lanzamiento de músico danés Anders Trentemøller y en él ha dado un vuelta a su sonido algo más pronunciada de lo que nos tenía habituados en los últimos tiempos, pero similar a la que se marcó en 2006, cuando comenzó a hacer que la gente le tomase por algo más que un simple productor de tech-house algo más currado de lo normal gracias a un increíble "The Last Resort", un disco que nos mostró a un músico maduro, elegante y con un sonido electrónico, pero mezclado con instrumentación real que le dotó de mucha alma y también bastante oscuridad y melancolía. Con "Into The Great Wide Yonder" (10), dio otro salto con pirueta al darle una vuelta más a su sonido y al presentarlo a través de la que sería su nueva plataforma editorial, un sonido que se teñía de experimentación y de guitarras que le llevaron a tocar palos como el post-punk e incluso el surf con toque electrónico. Un par de discos notables después ("Lost" y "Fixion") y Anders ya comienza a notar cierto estancamiento, lo que le llevó a cambiar el método compositivo alejándose del mundanal ruido para encerrarse en una cabaña repleta de instrumentos donde comenzó a cambiar de nuevo sus métodos compositivos y con ellos su sonido final.

El disco arranca con la bruma de un "Cold Comfort" que sorprende por ese arranque misterioso, esas guitarras más shoegazer de lo habitual y, sobre todo, por el perfecto encaje en el tema de la voz de la gran Rachel Goswell de los míticos Slowdive; de hecho, él comentaba en una entrevista previa que cuando hizo el tema le encajaba tanto la voz de Rachel que la entró por Instagram un poco a lo loco para preguntarle si estaría dispuesta a colaborar con él, y lo demás es, como se suele decir, historia. "Church Of Trees" supone de nuevo otra ruptura, con un tema mucho más ambiental de lo que nos tiene acostumbrados y sobre todo con una atmósfera mucho más densa y opresiva de lo habitual, mostrando a través del sonido ese aislamiento autoimpuesto que vivió para componer el disco, aunque al final del tema le da un poco de claridad al meter un arpegio de sinte que va ascendiendo poco a poco. La cantante de folk e indie Lina Tullgren le da un toque delicado a un "In The Garden" que mezcla ese sonido de guitarra y bajo post-punk con ambientes etéreos. "Foggy Figures" es otro tema instrumental en el que se dedica a evocar paisajes a través de una música densa que arranca sin beat para ir añadiendo elementos y terminar por cerrar con un sorpresivo ritmo cercano al drum’n’bass que le deja a uno algo descolocado y rozando el éxtasis. La cantante Lisbet Fritze vuelve a colaborar con Anders tras aparecer en "Fixion", en esta ocasión cediendo su voz para impregnar de aromas downtempo y shoegazer a un soberbio "Blue September", y en el muy logrado "One Last Kiss To Remember" que juega con la melancolía de su voz flotando sobre una base que evoca a unos Ladytron hasta arriba de opiáceos.

Trnt es otro logrado tema instrumental cuyo sonido tiene un toque rugoso y un tono sepia. "Sleeper" es una pieza instrumental con un leve toque kosmische con unos sintetizadores arpegiados que evocan la música experimental alemana de los setenta recreada con las técnicas actuales, dejando constancia de sus tribulaciones en el estudio en pos de darle una nueva vuelta de tuerca a su sonido. El segundo single más obvio del disco se encuentra casi al final del disco:" Try A Little" es el típico tema que todo el mundo pedirá y coreará en los próximos conciertos, gracias a una mezcla entre electrónica oscura y densa con un ritmo y sonido post-punk y la voz de jennylee del grupo Warpaint. Se despide con "Giants", un corte en el que retoma esa senda ambiental y oscura del disco y vuelve a evocar una jornada de observación desde la ventana el frío bosque, mostrando un nuevo giro en la carrera de un excelente productor.