Three Futures
DiscosTorres

Three Futures

8 / 10
David Pérez — 23-10-2017
Empresa — 4AD
Género — Rock
Fotografía — Archivo

Mackenzie Scott regresa con el tercer largo de su alter ego Torres, más experimental y atmosférico, esquivo en la primera escucha y aparentemente menos contundente que su anterior Sprinter (15), pero más misterioso, hipnótico y auténtico. Three Futures posee un aura atrayente que crece cada vez que la aguja vuelve a recorrer los surcos, arañándote la piel en un nuevo giro más profundo que el anterior sin que te des cuenta. Torres explora la sensualidad en sus múltiples formas y celebra el cuerpo y las pasiones, en el cripticismo de cada letra, valiéndose de una electrónica expresiva que bracea y ahonda en cada estado de ánimo.

Rob Ellis (PJ Harvey) repite en la producción y abre esta vez una caja de Pandora de sintetizadores, baterías electrónicas y programaciones, creando una mayor textura y riqueza de capas, en las que guitarras distorsionadas y la voz cautivadora de Torres, nos iluminan y reflotan en un mar de recuerdos, deseos y sueños hechos carne.

Mackenzie pensó este álbum como una “experiencia completamente absorbente” en la que todos nuestros sentidos tenían que estar alerta, y cumple su misión desde el escalofrío inicial con Tongue Slap Your Brains Out, empujándonos al otro lado de las cortinas de la “red room” en busca de redención, o haciéndonos correr por ese bosque lynchiano de Helen In The Woods, con Scott desgañitándose y subiendo las pulsaciones por momentos. Aunque no abandona la catarsis introspectiva (muy presente en Skim o la pista que da nombre al disco), sello indiscutible de sus dos anteriores trabajos, en esta nueva obra expande horizontes, haciendo que casi podamos tocar las imágenes poéticas que va componiendo a lo largo de las pistas. Estamos ante un viaje al éxtasis bajo una brisa kraut rock, grooves robóticos y electro pop que se abre paso en la resplandeciente oscuridad reinante.

En To Be Given A Body, trance final de ocho serpenteantes minutos, Torres nos da la frase clave: “To be given a body is the greatest gift.”, latido primigenio del disco que subrayó en la nota de prensa: “Usar el cuerpo que nos ha sido dado como mecanismo de gozo”. Hagámosle caso a Mackenzie Scott, dejemos caer de nuevo la aguja sobre Three Futures y a gozar se ha dicho.

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