Los principios y los valores que se adquieren en las etapas de cualquier aprendizaje representan para el alumno aquellos mandamientos que nunca debe olvidar, pues son sus raíces y por lo tanto su esencia. No pretendo dar lecciones de espiritualidad, tan solo arrojar algo de luz sobre el camino que sigue el músico Tony Allen al nombrar a su disco La fuente, en el sentido de origen.
The Source es la última entrega en la discografía del baterista nigeriano que comparte, con el legendario Fela Kuti, la autoría del afrobeat. Su antecesor, el EP A Tribute to Art Blakey & The Jazz Messengers (17), es un homenaje a una de sus principales influencias, junto con Elvin Jones o Max Roach.
El álbum que ahora nos ocupa lo edita el célebre sello de jazz Blue Note y reafirma la posición de Allen en la escena. Después de haber desarrollado durante su juventud un novedoso estilo cargado de fusiones rítmicas conocidas ahora en todo los rincones del mundo, el músico residente en Paris, vuelve al jazz como punto de partida: una decisión que lo coloca en la liga de los músicos de culto, y desde ahí arriba, nos entrega un disco esencialmente jazz, sin ninguna referencia vocal y con temas desbordantes como On Fire o Cruising, aunque es en el corte Wolf Eats Wolf donde nuestro protagonista hace notar el peso del apodo master drummer of afrobeat. Por otra parte, notable la colaboración experimental de Damon Albarn al piano en Cool Cats, más cercana a la rítmica del funk.
Para las labores de composición, Allen quiso contar con la ayuda de su fiel saxofonista Yann Jankielewicz, con quien lleva trabajando con desde el álbum Secret Agent (09). De esta unión, sale un Tony Allen calmado y seguro de sí mismo que imprime a los temas esa mezcla de maestría jazzística y esencia africana que tanto le distingue. El resto de la banda la forman algunos de los mejores músicos de la escena parisina y la sección de vientos da buena cuenta de ello.
En palabras del propio Allen, es un álbum de jazz con mucho sentimiento, concebido para disfrutar de la manera que ellos lo hacen. Jankielewicz sentencia: “Tony toca mejor que antes, nunca tuvo tanto poder y libertad como ahora.” Todo apunta a que será una delicia para los amantes de la música instrumental: composiciones dinámicas y largos solos de gusto supremo confirman que sigue siendo uno de los grandes del género.
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