Tras dos EP’s publicados en 2013 y 2014 en el sello Greco-Roman y un split junto a Nozinja, Mumdance y Micachu en 2015, el debut de Tirzah Mastin ha sido una agradable sorpresa de verano que apunta muy alto para las listas de lo mejor de 2018. Aunque firme con su nombre, la cantante Tirzah ha defendido en varias entrevistas que, en realidad, se trata de un proyecto a medias con su amiga Mica Levi, productora y medio compositora de todos los temas desde los dos primeros EP’s. Saber que Micachu vuelve a estar en primera línea del pop más experimental de este siglo me ha dado tanta alegría como sus excelentes bandas sonoras "Under The Skin" (14) y "Jackie" (16). Con The Shapes solo ha publicado tres discos pero su "Jewellery"" brilla como una rara avis del pop-rock británico de principios del siglo XXI.
"Devotion" es un trabajo de pop-soul electrónico repleto de imperfecciones, de sonidos minimalistas, de canciones que se asemejan una endeble cabaña en ruinas a punto de fundirse en medio de una ventisca. Pero el acierto de Levi y Mastin es que la ronca y delicada voz de Tirzah se escuche con toda claridad, sin caer en los errores del lo-fi. Muchos temas siguen explotando el minimalismo de Micachu And The Shapes con resultados sorprendentes: esa caja-loop-melodía-sintetizador de "Holding On" en conjunción con la poderosa voz de Tirzah se convierte en uno de los temas de lo-fi pop más poderosos desde los primeros discos de The Magnetic Fields. En ocasiones, el fraseo cansado de Tirzah recuerda a FKA Twigs ("Affection", "ine Again"), pero sus paseos entre el soul más futurista y minimalista ("Reach" o la alucinante "Do You Know") convierten a "Devotion" en un disco extraño y cercano a la vez, como la versión lo-fi y más mainstream (sin pretenderlo) de Julia Holter o Jenny Hval, dos artistas que publican disco este año, por cierto.
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