El compositor y productor británico afincado en Pontevedra Thom Archi se estrena en formato largo con un álbum en el que distinción, vanguardia y diversidad van de la mano y derivan en un trabajo hipnótico y poco menos que majestuoso. El joven músico completa en “Co(m)ping” diez temas de visión creativa poliédrica, en los que maneja tiempos y texturas con un olfato y seguridad no tan habituales en un debutante. El artista se mueve entre la inquietud y la solemnidad, creando pasajes activos en unos tonos de blanco y negro muy específicos (que alcanzan hasta la misma portada) y que resultan imposibles de ignorar.
Una obra levantada a lo largo de media hora remarcada por un aspecto impecable, que no parece dudar de hacia dónde debe orientar sonoridades. Una serie de piezas que se desarrollan con sedosidad y naturalidad entre electrónica, hip hop, trip-hop e incluso algo de post-punk (más en el fondo que en las formas), amparadas por una refinada capa de oscuridad. Son piezas tan bien parecidas como “words”, “countach” (con la colaboración vocal de Marinha), “(commas)”, el single “over that”, “slower one” o al final “sumfin” en las que cabe localizar influencias de Massive Attack, Tyler, The Creator, Tricky, James Blake o Thievery Corporation.
Podría señalarse que Archi apunta a alguna época en concreto (la electrónica en sus diferentes expresiones en los noventa, sin ir más lejos), pero lo cierto es que la música de este gallego de adopción luce atemporal, precisamente gracias a esas cualidades intrínsecas entre las que destacan talento, buen gusto y la elegancia de los diferentes elementos colocados en las composiciones. Cogiendo el testigo de algún EP previo, “Co(m)ping” es un magnífico debut que señala, desde ya, a un artista a tener muy en cuenta dentro de sus coordenadas. Tanto que, quizá, haya nacido uno de los próximos grandes nombres de la electrónica estatal.
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