She Wants Revenge tuvieron algo de gracia cuando Fred Durst (Limp Bizkit) les publicó su disco de debut, sobre todo por el morro con el que saqueaban a Depeche Mode, Bauhaus o Fischerspooner. En su segundo compacto avanzan. Ya no copian a otros, sino a si mismos. No hay más que mezclar las canciones de ambos discos e intentar averiguar a cuál pertenecen. En “This Is Forever” repiten las líneas de bajo, los teclados robóticos y las atmósferas oscuras, sí, pero también esa forma que tiene Justin Warfield de cantar tan monótona (en “It’s Just Begun” parece que se acabe de levantar) y esas composiciones que prometen tanto al comienzo sólo para acabar desinflándose. Eso sí, esta vez no han podido sacarse de la manga un hit como “Tear You Apart”. Y eso que lo intentan a conciencia, con ese autoplagio que es “Written In Blood”. Lo peor es que se toman tan en serio a sí mismos que acaban resultando algo autoparódicos. Intentan sonar románticos y decadentes, pero lo único que consiguen es acaban sonando repetitivos y grises.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.