This Is All Yours

Aquellos que subestimen el poder de la evasión, huyan de construcciones grandilocuentes y atmósferas sobrecogedoras, no encontrarán lo que buscan en “This Is All Yours”. Un despliegue de emociones que se concentra en “Intro”, el mejor tema de este segundo esfuerzo. Ecos que retumban en tu caja torácica como si fuera un instrumento más al servicio de Alt-J. La crudeza de su debut, “An Awesome Wave”, da paso a una elaborada sucesión de medios tiempos que brillan por su complejidad cuando uno escucha con atención (“Arrival Nara”). Más es -aparentemente- menos, gracias a una producción cristalina. Estratégicamente colocadas destacan “Every other freckle” y “Left hand free”, dispuestas para romper el sueño etéreo en el que uno se sumerge. “Left hand free”, el anti-single escrito en una mañana, es un buen ejemplo del espíritu suicida y arriesgado de la banda, capaces de firmar un tema con aires sureños más cercanos a Beck o Eric Clapton. “Garden of England” nos transporta del sur a los jardines cortesanos, para desembarcar en la hipnótica “Hunger of the pine”. Secciones de viento invitando a la caza del zorro, loops infinitos, la trepidante voz de Joe Newman y la réplica de Miley Cyrus. Touché. La tensión da lugar a una segunda mitad más íntima, con más protagonismo de la voz y los juegos líricos como en “Bloodflood Pt II”. Canciones que se saborean mejor en un espacio cerrado, sin ningún tipo de distracción, permitiendo una escalada épica y apreciando cada sonido y sílaba recitada. Quizá no haya un “Tessellate” o un “Taro”, pero qué clase de banda sería Alt-J si apostara por la misma fórmula mágica.