Si en la Espasa Calpe o en el Maria Moliner tuviese que incluirse la definición de "suicidio comercial" tengan por seguro que aparecería la portada de este "They Were Wrong, So We Drowned". Saben quienes les prestaron atención -gracias a nuestra portada o a pesar de ella- que su anterior largo tampoco era producto de fácil digestión, pero es que su nuevo largo requiere de buenas dosis de sal de frutas para disfrutarse sin efectos secundarios.
Aunque lo peor de todo es que cuanto más ariscos se ponen, más atrapan; cuanto más difícil se hace nuestro romance, más placer produce. Para qué engañarnos, si hasta ahora pensábamos que Liars eran unos tipos cínicos con capacidad para crear música con tensión, con canciones como "There Always Room On The Broom" -por poner una, porque no saben ustedes lo que han llegado a meter aquí dentro- han conseguido convencernos de que son unos cabrones. Nadie va a pararles los pies. Liars dejan fluir sus inquietudes sin preocuparse de a qué puerto van a llevarles; componen piezas lisérgicas que acaban cuando se les antoja; nos cuentan historias que evitan las estructuras clásicas de un tema rock o decoran con electrónica inquietante y percusiones a la Liquid Liquid una línea de bajo que hace de la reiteración un efecto dramático de inquebrantable eficacia. "Estaban equivocados, así que nos ahogamos", reza el título de su disco en referencia a ¿todos aquellos que confiamos en ellos en el pasado? Hundámonos con ellos pues. Hasta lo más profundo de las fosas abisales.
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