The Myth Of The Happily Ever After
DiscosBiffy Clyro

The Myth Of The Happily Ever After

8 / 10
 Luis Benavides — 08-11-2021
Empresa — Warner Music Spain
Género — Rock

Podemos decir rotundamente que el último trabajo de Biffy Clyro no existiría si no fuera por la pandemia. Y es que los temas incluidos en “The Myth Of The Happily Ever After” eran originalmente descartes, ideas que no habían entrado en su anterior trabajo, “Celebration Of Endings”. El confinamiento a escala global y la consecuente imposibilidad de presentar ese disco les llevó a pensar que podría ser una buena idea desarrollar esas potenciales caras B y convertirlas en caras A.

La discográfica ha presentado este décimo trabajo de estudio –noveno si no contamos esa excelente banda sonora titulada Balance, Not Symmetry de 2019– como una “respuesta a su anterior trabajo”, y hay algo de eso en la portada. La perspectiva del disco, seguramente también las intenciones del trío, es bastante diferente. El anterior fue grabado de manera digamos convencional, en un estudio en Santa Mónica con el productor Rich Costey, también en los créditos del controvertido “Ellipsis”, acaso su primer y único tropezón incluso para sus seguidores más acérrimos. Este “The Myth Of The Happily Ever After”, en cambio, es un disco autoproducido y alumbrado en una granja en Ayrshire convertida por la banda en su laboratorio musical.

Esto último no es un detalle menor. El nuevo disco de los escoceses respira libertad, y experimentación, pero al mismo tiempo suena muy Biffy Clyro. Mientras en el anterior aportaban pocas novedades a excepción quizá “Cop Syrup”, en este nuevo trabajo sorprenden con un disco atrevido, con algunos temas marca de la casa pero sin demasiadas concesiones a la galería, sin ganchos claros para el público mainstream. Ya no necesitan singles para vender discos y entradas. Curiosamente, este disco de supuestos descartes funciona muy bien como una totalidad y sin duda es uno de los más cohesionados de la última etapa de la banda.

No imagino otro orden para este “The Myth Of The Happily Ever After” que arranca con la envolvente “Dum Dum”, un corte in crescendo con tintes electrónicos a modo de antesala con el que Simon Neil y los hermanos Johnston nos abren las puertas a su nuevo universo, en el que repiten varias veces eso de “así es como la cagamos desde el comienzo”; y se cierra con “Slurpy Slurpy Sleep Sleep”, seis minutos con un final de infarto cuya traslación al directo se me antoja humanamente imposible. El mensaje en su despedida no puede ser más hippy, y oportuno: “Antes de que el ritmo pare, antes de que acabe, por favor, reparte amor a todo el mundo”.

Entre uno y otro fluyen otros nueve temas, algunos tan inspirados como “A Hunger In Your Haunt”, con un riff omnipresente, técnicamente compleja y deliberadamente accesible, de esas que no te puedes quitar de la cabeza desde la primera escucha; las enérgicas “Denier” y “Unknown Male 01”; la existencialista “Error In The History Of God”, con una dinámica más tranquila; y sobre todo “Haru Urara”, un medio tiempo precioso que va de menos a más y explota con una parte coreable, lo más parecido a su archiconocido “Many Of Horror”.

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