Convertido en una suerte de OTAN del hip-hop, RZA se encamina en su nuevo disco en solitario por las principales capitales europeas para descubrir la cantera de rappers del viejo continente. Francia, Suecia, Inglaterra, Noruega o Italia se reparten el pastel… y, como era de esperar, España no está incluida en su itinerario.
Álbum conceptual con más o menos atino, lo cierto es que este catálogo internacionalista del productor y MC de Wu-Tang Clan no sirve para dejar en la mejor posición al círculo europeo, sobre todo y principalmente porque las bases del propio RZA no darían la talla ni en un disco de Capadonna. Nueva remesa de sobrantes y producciones fast-food, de loops más o menos redundantes y beats de serie, este ´mundo según RZA´ desaprovecha el juego de plumas privilegiadas como las de IAM, NAP, Blade o Saian Supa Crew y echa por tierra cualquier posibilidad real y tangible de llevar este proyecto más allá de la anécdota exótica, cómplice con un público al que ya no se le puede vender cualquier cosa.
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