Sleater Kinney podría ocupar entre los aficionados europeos una posición de mayor acomodo y respeto, de los que sí gozan en Estados Unidos, de no ser porque aquí se las descubrió tarde y algo mal. “The Hot Rock” (99) fue su primera toma de contacto en condiciones con el público español (en tiempos de “Dig Me Out” (97), uno de sus mejores trabajos, suspendieron un concierto en la Ciudad Condal por haber vendido apenas un par de entradas anticipadas) y nadie confió en ellas como es debido hasta “One Beat” (02).
Seguramente, “The Woods” obtendrá mejor respuesta: primero porque es un disco de rock robusto y aguerrido que no sabe de medias tintas. Segundo porque cogerá a muchos de sus fans por sorpresa. En esta ocasión Sleater Kinney han optado por experimentar y moverse en un terreno tan amplio que las lleva de Led Zeppelin a Sonic Youth pasando por Huggy Bear. Aunque posiblemente lo más curioso de “The Woods” es descubrir que se trata de la producción más cruda y sucia de todas las que recordamos haya firmado Dave Fridmann, profesional a quien se acostumbra a acudir en los últimos tiempos cuando se anda a la búsqueda de un sonido etéreo y rico en matices. De su mano, gracias a él o a pesar suyo, estas tres mujeres han dado con un disco de rock con, precisamente, muchas pelotas.
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