Rise of the Serpent

No sabemos si Crom vive en todas las cosas, pero, sin duda, respira en todas y cada una de las notas del tercer largo de The Wizards. Los bilbaínos se han labrado en el último año y medio una reputación inmensa gracias a su proto-heavy de aroma setentero, pero, sobre todo, a un directo incendiario en el que afloraba su intensa y honesta pasión por el mejor heavy metal. Sin embargo, su anterior y muy disfrutable “Full Moon in Scorpio”, cuya producción no reflejaba su sonido en vivo, se había quedado algo atrás respecto a la realidad de un grupo que ha ido creciendo, bolo tras bolo, a un ritmo imparable. Por todo ello, intuíamos que su próximo paso sería algo grande, pero nuestros pronósticos se han quedado cortos: “Rise of the Serpent” es una jodida maravilla, un electrizante festín de heavy metal atemporal repleto de himnos y coros memorables, endiablados solos de guitarra (George Dee se sale a las seis cuerdas), melodías fulgurantes y un Ian Mason exultante al micrófono, de registro cada vez más definido, liderando la bacanal con pulso y carácter.

“Apocalyptic Weapons” arranca in media res, como la inicial “Avidya” de su anterior plástico, con una explosión de punteos y redobles que desemboca en un riff de puro acero y un medio tiempo de punch contagioso; el disparo de salida perfecto para un disco que fluye sin pausa y con naturalidad, sorprendiéndonos tema a tema y mejorando con cada nueva escucha. Tal es el poder de unas piezas capaces de beber con respeto y maestría de clásicos ochenteros como Dio (“Distorted Mirrors”), Rainbow o los primeros Manowar (“Circle of Time”) sin dejar de sonar a ellos mismos. Precisamente por ello pueden permitirse invocar a Blaze Bailey en la más groovy “Age of Man” o a los mejores Iron Maiden en el tramo final de “V.O.I.D. - Vision of Inner Death”, cierre magistral del que será recordado como el disco de la consagración de The Wizards como la mejor banda estatal de heavy metal. Así de claro y rotundo. En letras mayúsculas y resplandecientes.