Tras dos prometedores pero desconocidos EPs, los catalanes The Wax rompieron el cascarón con su largo debut, “Don’t Belong”, publicado en el 2017. Todo el mundo se rindió a los encantos de ese artefacto aplastante y consiguieron llamar la atención de la prensa especializada y colarse en algunos de sus festivales favoritos como el Resurrection o el Actitud.
Mucho han cambiado las cosas en muy poco tiempo en el seno de esta formación. Con el abandono amistoso de dos miembros y la mayor implicación en la composición de los temas de su explosivo frontman, que ahora se cuelga la guitarra eléctrica, los de Navarcles están irreconocibles en la primera parte de “A Place To Bury Our Sins Away”.
La tripleta inicial formada por “No Dawn” -escogido primer adelanto con un vídeo delicioso, lisérgico y de bajo presupuesto-, “Wasted” y el medio tiempo “Insomnia” sorprenderá a más de uno, principalmente a los que descubrieron a la banda con su anterior largo. Estábamos advertidos de la evolución, pues en sus últimos conciertos ya fueron introduciendo cortes grungerizados como “Black Death” y “Hex”.
Los tres supervivientes -Aitor de Haro, David ‘KQ’ Iglesias y Ángel González- se entregan ahora al rock alternativo noventero, de Nirvana a formaciones más actuales como Basement pasando por Failure, y les sienta fenomenal. Como un guante. Los que busquen la cera incandescente de sus primeros trabajos también la encontrarán en “Bestia Ferida” (su primer tema gritado en catalán, con ecos a los añorados Hurricäde), “The Year of the Snake” y “Disintegration”.
La banda podría haber intentado repetir la misma fórmula a la vista de los buenos resultados obtenidos con su debut, pero han preferido enterrar -aunque solo en parte- el post-hardcore con aires deftonianos de sus inicios y dejarse llevar. The Wax siguen su instinto.
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